Ofrecemos asistencia técnica de reparaciones para casi todas las marcas y fabricantes de aparatos de Aire Acondicionado.
Servicio técnico para la reparación, instalación y mantenimiento de equipos de Climatización y Aire Acondicionado, tanto en el hogar (particulares) como en la oficina (entornos de trabajo)..
Uno de los puntos principales del bienestar en un hogar consiste en tenerlo perfectamente climatizado para su habitabilidad durante todo el año. Los equipos de aire acondicionado y sistemas de climatización son indudablemente la mejor fórmula para conseguirlo.
Servicio Técnico Oficial destaca por su competencia en este sector de la climatización y trabaja día a día para seguir demostrándolo. La empresa ofrece servicios de asistencia técnica tanto para la instalación, el mantenimiento y la reparación de cualquier dispositivo de climatización comercializado en España.
La correcta elección de componentes de calidad y su adecuada instalación son un factor esencial a tener en cuenta ya que su buen montaje asegura que el mantenimiento posterior sea rutinario y no genere problemas, evitando así costosas reparaciones en el futuro.
Especialistas instaladores de equipos de Aire Acondicionado y climatización.
El servicio de instalación de sistemas de aire acondicionado, climatización y refrigeración está especializado en una gran variedad de sistemas, lo que le permite asegurarse una óptima elección de los mejores equipos y de su correcta instalación a fin de evitar ulteriores problemas derivados de no haber contado con los servicios de una empresa especializada en el sector.
La instalación de sistemas de climatización y aparatos de aire acondicionado es una actividad a la que el Servicio Técnico Oficial dedicamos una gran parte de sus recursos empresariales. La empresa realiza esta labor contando con un amplio plantel de profesionales instaladores capacitados, tanto en el área del aire acondicionado doméstico como en la climatización de comunidades de vecinos, oficinas o en ámbitos industriales o empresariales.
La mayor demanda de instalaciones de equipos de aire acondicionado corresponde a las consolas Splits murales o Multi-Splits, que dan soporte térmico a una o varias habitaciones desde uno o más compresores externos. Estos aparatos constan de tres partes: unidad exterior, canalización y conexión, y unidad interior o consola desde la cual se controla el sistema. A parte de esto, ofrecemos la posibilidad de realizar instalaciones con conductos de salida (rejillas) en paredes y techos, esto es, sin aparatos modulares internos ya que la alimentación vendría desde un único compresor externo de forma canalizada. Dependiendo de la normativa vigente en la zona en cuestión o de las características del inmueble, las unidades exteriores se pueden instalar en el interior con salida directa al exterior, aunque normalmente se ubican en tejados y azoteas.
Otra modalidad es la típica cortina de aire que podemos encontrar en la entrada de comercios y grandes almacenes. Se trata de una cascada vertical de aire, a una temperatura elegida, que evita la disipación del calor interno del recinto y consigue la separación de ambientes térmicamente tratados. Respecto a este particular, también ofrecemos servicios técnicos de instalación.
Las diversas opciones de instalación o configuraciones pueden ser realizadas tanto por estándares del mercado como a medida del cliente, dependiendo de las necesidades o gustos del usuario. CONSÚLTENOS ACERCA DE LOS SERVICIOS DE INSTALACIÓN DE AIRE ACONDICIONADO.
El Servicio Técnico Oficial de ofrece un servicio de mantenimiento puntual o periódico de la mejor calidad, con cuota fija, para cualquier tipo de instalación de sistemas de climatización o dispositivos de aire acondicionado, ya sean para disfrute doméstico o residencial como sistemas de climatización centralizado para uso industrial o comercial. Estas cuotas están sujetas a factores externos característicos de la provincia donde esté ubicado el aparato (por proximidad a la costa ya que el aire es más húmedo, por el tipo de agua potable de cada zona que calcifica más o menos, etc.). Por lo tanto, el precio del servicio de mantenimiento será fijado por la delegación correspondiente en cada zona.
Los aparatos de aire acondicionado y climatizadores deben ser revisados periódicamente por un técnico capacitado para evitar males mayores. ofrece dos visitas al año, que es lo recomendado y estas revisiones comprenden:
La carga de gas refrigerante y la revisión de fugas del mismo. Esto evita que un dispositivo con poco gas trabaje inútilmente en la producción de una temperatura que difícilmente llegará a conseguir.
La limpieza de los filtros. Si están sucios la eficiencia del compresor o de los ventiladores se reduce significativamente, pudiendo llegar incluso a estropearse. Algunos filtros son reutilizables después de una limpieza, otros son desechables.
Así mismo, la limpieza interior de los conductos en sistemas de climatización central o industrial es esencial para evitar la proliferación de hongos o colonias de microorganismos que puedan perjudicar la salud a largo plazo.
La revisión de las conexiones internas y de elementos perecederos. Es un problema en muchos sistemas de aire acondicionado el que por corrosión de algún cable o conector se puede llegar a romper el equipo. Los conductos de suministro suelen estar forrados de un material aislante que se va corrompiendo a lo largo del año y que al final no aísla el conducto perdiendo así gran cantidad de calor o frío en su transporte. También convienen revisarlo.
La omisión de alguno de estos puntos puede llevar a desgastes de piezas innecesarios, a gastos en la factura de la luz que se disparan y a paros en el funcionamiento del aparato definitivo que obligan a llamar al servicio técnico para su reparación, evidentemente.
Especialistas en instalación y mantenimiento de equipos de Aire Acondicionado y Climatizadores.
El servicio de reparación abarca prácticamente todas las marcas. Si por lo que fuera, cualquier componente del aparato está dañado puede suponer gastos innecesarios a largo plazo en la factura de la luz, además de las consiguientes molestias personales para usuario.
Disponemos de los mejores medios y técnicos especialistas para ofrecerle la mejor asistencia técnica para la reparación de todo tipo de averías en situaciones de cualquier índole como por ejemplo:
Cortocircuitos, limpieza de filtros, cargas de gas, limpieza de los conductos y del sistema, problemas con los ventiladores, cambios de compresores y condensadoras, fugas de gas y agua, ruidos y vibraciones, condensación, temperaturas inadecuadas, termostatos, problemas de encendido, programadores.
La mayoría de las reparaciones se realizan a domicilio. No obstante, para ciertas averías electrónicas de los aparatos, en algunos casos se requiere la reparación de las placas de circuito impreso en el taller, debido a la complejidad de la manipulación de los componentes y el tipo de soldadura.
FILTROS:
El filtro de aire es un componente esencial de un equipo de aire acondicionado. Está destinado a eliminar del aire las partículas sólidas (polvo, polen, mohos, bacterias, virus, etc.), y de esta forma purificarlo. El filtro es utilizado por todos los sistemas de climatización que se precien hoy en día, además de en sistemas de ventilación.
Los filtros están fabricados principalmente de papel, espuma, fibras sintéticas cruzadas (como la fibra de vidrio) o de algodón. Algunas clases de filtros para sistemas de aire acondicionado son:
Filtros purificadores estándar. Son filtros de microrrejilla de plástico, bastante gruesos por lo que sólo sirven para un primer filtrado de las partículas más grandes. Conviene limpiarlos de vez en cuando y hay que reemplazarlos cada cierto tiempo.
Filtro de carbón activo. Al ser un material tratado extremadamente poroso, el carbón activo o activado posee la propiedad de absorber grasas del ambiente, moléculas orgánicas, humo de tabaco, etc. Los más eficientes esterilizan también. Hay que reponerlos de manera habitual.
Filtro de iones desodorizante de larga duración. Elimina los malos olores mediante oxidación y generación de iones negativos. Se pueden lavar con agua habitualmente para que tengan un buen rendimiento y así duran unos 3 años.
Filtro electroestático. La carga electrostática del filtro atrae hacia sí las partículas cargadas de electricidad negativa. Se usan para eliminar los alérgenos del aire, el polvo y los microorganismos del aire. Algunos llevan una película de catequina (polifenol) extraída del té verde destruye los gérmenes gracias a sus propiedades altamente anti-oxidantes. Se pueden lavar y no hace falta sustituirlos.
Filtro foto-catalítico desodorizante de larga duración. Aprovecha la energía foto-catalítica de los rayos ultravioletas atrayendo y descomponiendo las partículas que lo atraviesan. Suele estar incluido en grandes aparatos que trabajan con grandes volúmenes de aire. Para recargarlo simplemente hay que exponerlo al Sol durante seis horas cada seis meses. Se limpian solos por exposición solar.
Filtros de plasma o de neoplasma. Estos filtros son de última generación e incorporan la tecnología más avanzada. Están diseñados para esterilizar, desodorizar y purificar el aire a la vez. Son recomendados para personas con alergias o con asma.
Ya que la eficacia de un filtro desciende cuando ha llegado a un cierto nivel de suciedad, los filtros requieren ser revisados periódicamente. La densidad del material del que está fabricado el filtro determina la cantidad de aire que puede filtrar. Los filtros de alta densidad filtran mucho menos aire pero filtran muchas más partículas, por lo que se ensucian antes. Los filtros de papel y los de fibras cruzadas son desechables, aunque hoy en día se prefieran los lavables para poder reutilizarlos y porque son más eficaces en el filtrado.
GAS REFRIGERANTE
La pérdida progresiva de gas refrigerante, ya sea por fuga o por evaporación, puede suponer uno de los mayores problemas para un sistema de aire acondicionado, ya que al hacer trabajar más de lo normal a la máquina para intentar producir el mismo frío o calor, puede resultar fatal para su mecánica, además de un gasto innecesario de electricidad.
Para ello es necesario llevar una revisión periódica de la carga de gas refrigerante. Aún así, hay que tener cuidado con hacer una carga correcta y para ello hay que solicitar un servicio técnico de confianza. Un servicio técnico mal elegido puede suponer un mal diagnóstico en la fuga del gas, un recalentamiento en la salida del evaporador o una carga desproporcionada del gas. Si el equipo está bajo de gas, también puede ser por un defecto de carga durante la instalación (de aquí la importancia de un buen servicio técnico). Si el problema de la descarga es por fuga, no se soluciona simplemente añadiendo más gas al sistema, se debe corregir la fuga chequeando todo el circuito. Una vez comprobado el circuito y asegurado de fugas se carga con el gas especificado por el fabricante, de esta forma funcionará correcta y eficazmente.
Existen 3 maneras principales de ajustar una carga de gas refrigerante:
Por peso. Esta forma de ajuste es la más sencilla, siempre que el fabricante facilite el peso óptimo de gas para su equipo. Aún así, hay dos tipos de equipos en los cuales el ajuste es distinto: los equipos compactos, a los que hay que hacer primero el vacío del circuito para rellenarlo después con una báscula descontando el peso; los equipos partidos o divididos, en los cuales se deberá sumar a la carga recomendada por el fabricante la suma del peso de la línea de líquido según la distancia entre las unidades.
Por manómetro y termómetro. Este procedimiento es el más práctico para equipos domésticos. La temperatura de condensación (fija o variable) y la caída de presión por válvula de expansión fija o regulable, son dos puntos que influyen en el comportamiento de los equipos y por tanto son determinantes para un buen ajuste de la carga de refrigerante. Con el manómetro se mide la temperatura de saturación del vapor del refrigerante, y con el termómetro la temperatura real del sistema refrigerante interno.
Con dos termómetros. Esta técnica es tan simple como colocar un termómetro a cada lado del evaporador para controlar la temperatura del gas de acometida y la del gas de salida. Aquí se tiene en cuenta la diferencia de temperatura entre la temperatura de saturación de vapor menos la temperatura de saturación del líquido para la misma presión de trabajo.
PROBLEMAS EN LA RED DE CONDUCTOS EN LA INSTALACIÓN DE UN SISTEMA DE AIRE ACONDICIONADO.
Esta red comprende unos conductos (ductos) de impulsión y otros de retorno, que se clasifican según la velocidad del aire (baja o alta) y según la presión del mismo en el conducto (baja, media, alta). El diseño de un sistema de conductos de aire puede parecer algo fácil pero en realidad está sometido a un número muy alto de variables y está determinado por varios factores que hay que considerar.
Hay que tener en cuenta el diámetro de la sección del ducto (conducto) que será establecido en función de la demanda de refrigeración o calefacción del local a climatizar y de la potencia del compresor o unidad externa. Para definir el diámetro también se analizan: el diseño de la instalación definitiva (longitud, curvas, formas de los codos, material del que está fabricado, etc); temperatura, presión, densidad o viscosidad del fluido a mover, tipo de flujo de aire, etc…
Otro aspecto del sistema de conductos es el ventilador, que es el dispositivo encargado de generar el movimiento mecánico del aire mediante palas y deben tener la suficiente capacidad de trabajo para mover la cantidad de aire necesario a una presión estática igual o mayor que la solicitada por la red de conductos. El diámetro de los ductos es escogido también por las velocidades máximas de aire que pueden soportar sin causar ruidos molestos o sin causar pérdidas de presión. Un ducto grande reduce significativamente las perdidas de fricción del fluido en sus paredes, pero el coste y la demanda de mayor espacio para su instalación debe compensar el ahorro que la potencia del ventilador supondrá.
Un sistema de aire acondicionado es un dispositivo que se encarga del tratamiento del aire de un local cerrado, que regula la temperatura, la humedad y la pureza y limpieza del aire que filtra. Aunque habitualmente se llama aire acondicionado al aire tratado que resulta frío, o sea a la refrigeración, lo cierto es que esto es incorrecto. Un sistema de aire acondicionado expulsa aire a la temperatura que se desee, siendo frío o caliente, además de tratar el aire en humedad, filtrado de impurezas como el polen, polvo o humo del tabaco, tratamiento anti-bacterias, incluso ionizando el ambiente. En pocas palabras, acondiciona el aire. La normativa española no distingue esta imprecisión hacia la refrigeración y los llama sistemas de climatización, refiriéndose al tratamiento del aire en una escala anual y no solamente orientada a los veranos, abarcando la calefacción para el invierno.
Los sistemas de aire acondicionado del mercado pueden clasificarse en dos grupos:
A grandes rasgos, la historia del aire acondicionado empezaría cuando en 1902 Willis Carrier sentó las bases de la refrigeración mecánica, que al aplicarla a habitaciones cerradas observó que aumentaba la humedad relativa del aire que se enfriaba. Al intentar corregirlo inventó el concepto de climatización. Tuvo la oportunidad de aplicar su invento diseñando la primera unidad de refrigeración de aire de la historia, cuando un impresor de Nueva York solicitó su ayuda al estar perdiendo mucho dinero por las dificultades que tenía para imprimir normalmente el papel por causa de la temperatura y la humedad del ambiente. Esta máquina controlaba la humedad mediante tubos enfriados. Más adelante fabricó unidades que también controlaban el calor y la humedad de las fábricas textiles sureñas de EE.UU. En estas fábricas el algodón producía una gran cantidad de electricidad estática y esto impedía poder hilar bien las fibras. Con los acondicionadores de aire se pudo hacer estable en nivel de humedad y solucionar el problema. Hacia 1907 ya exportaba a Japón y en 1924 ya se encargaba de la instalación de aparatos en oficinas, fábricas, hoteles, grandes almacenes, hospitales e incluso aeropuertos. Hacia 1930 empezó a desarrollar unidades domésticas que no despegaron en popularidad hasta pasada la Segunda Guerra Mundial.