PROBLEMAS CON EL JABON

Lavavajillas no deshace adecuadamente el jabón y queda agua en el interior.
La vajilla queda como manchada de sal o cal.
La vajilla queda con un velo como de cal, indica falta de sal en cada lavado.
Después de lavar queda excesiva agua en la parte baja de la maquina y jabón.
No se abre cajetín de la pastilla de jabón.
Circuitos calcificados.

AVERÍAS DE LA BOMBA DEL AGUA

No calienta el agua.
No coge agua.
Carga demasiada agua, o no para de cargar agua.
Pierde agua por la parte de debajo de la máquina.
Vacía agua constantemente, sin importar la posición del programador.
No se seca la vajilla y el agua casi no se calienta.
Excesivo ruido al impulsar el agua la bomba.
Problemas con el desagüe del agua.
Fugas de agua de depósitos, cierres y gomas.

PROBLEMAS ELECTRÓNICOS O MECÁNICOS

Lava a veces.
El lavado se llega a alargar dos horas y no quedan limpios los platos.
Da calambre al tocarlo.
Se para en algunas fases del programa de lavado.
Salta el diferencial.
No se inicia ciclo de lavado.
Lavavajillas comprado en EEUU no funciona en Europa.
Funcionamiento ruidoso o defectuoso.
Problemas de encendido.
Cortocircuitos.
Programadores y conmutadores.
Mensajes de error y alarmas.
Bloqueo de puertas.

La primera máquina de lavado de platos se le atribuye a Joel Houghton en 1850 y se accionaba manualmente. Pero el lavavajillas moderno lo inventó en 1886 Josephine Cochrane, nieta del inventor del barco a vapor, John Fitch. Lo desarrolló para evitar que su servicio no dañara su vajilla de porcelana china. Consiguió el primer galardón en la Exposición Mundial de Chicago del año 1893. Los modelos con conexión de fontanería son de 1920 y los que incorporaban dispositivos de secado de 1940. En su inicio fueron destinados a restaurantes y hoteles, pero a partir de 1970 se introdujeron en los hogares, siendo hoy en día muy populares.

Este electrodoméstico está destinado a la limpieza de la vajilla, cristalerías u utensilios de cocina. Su ubicación es preferentemente al lado del fregadero, para aprovechar la cercanía y el sistema de tuberías de acometida y de desalojo. El sistema de lavado es muy efectivo, ya que usa una temperatura entre 55 y 65ºC y detergentes muy agresivos, por lo tanto lo realiza de forma que hacerlo a mano en las mismas condiciones no sería posible. Además de detergente utiliza sal y abrillantador para dar una transparencia perfecta al cristal y brillo a la vajilla. El lavado se efectúa con chorros de agua caliente a presión, lo cual garantiza la limpieza más profunda, y acabados con calor para el secado de la carga después de lavada.

Cuentan con un filtro que retiene las impurezas o los restos de comida que pudiera estar adherida a la vajilla. Algunos de los últimos modelos sustituye este filtro por una trituradora, así no hay necesidad de preocuparse por lo que obstruye los filtros. Los modelos más modernos usan muy poca agua y electricidad, son muy poco ruidosos y aprovechan el calor residual para el secado.

Tipos de lavavajillas dependiendo de su aspecto exterior y emplazamiento:

• Lavavajillas independiente. Es el lavavajillas de instalación libre, aislado sin la encimera y no requiere ninguna preparación especial.
• Lavavajillas panelable. Bajo la encimera y se suelen panelar con el mobiliario de la cocina.
• Lavavajillas integrable. Bajo la encimera totalmente oculto por una puerta a juego con el mobiliario.
• Lavavajillas con fregadero. En este caso se llama centro o tren de lavado. Son industriales y típicos en hoteles y restaurantes.
• Lavavasos. Especie de lavavajillas dedicado especialmente al lavado de vasos y copas.

Tipos de lavavajillas según el tamaño:

• Minis. Con una capacidad de carga de 4-5 juegos de cubiertos.
• Los de 45 cm de ancho. Con una capacidad de 8-9 juegos de cubiertos.
• Bajo encimera. 12 cubiertos. Es el modelo estándar aún cuando la necesidad sea de 4-5 cubiertos. Por esta razón se malgasta mucha agua y energía al no cargar completamente la máquina.

Las prestaciones que suelen traer todos los lavavajillas son:

Niveles de rociado. Hasta 5 niveles distintos para conseguir que cualquier parte de la vajilla sea rociada.
Aislamientos acústicos.
Temperaturas de entre 45ºC para la vajilla delicada, hasta 70ºC para asegurar una buena desinfección.
Diferentes programas de lavado, dependiendo de la carga, de la suciedad y de la fragilidad de la vajilla.
Sistema de ahorro de energía y de agua, con programas cortos para cargas poco sucias.