CALENTADORES A GAS Y TERMOS ELÉCTRICOS

Los calentadores a gas y los termos eléctricos son las dos opciones para obtener agua caliente de las que disponemos en los hogares, excepto los que dispongan de calefacción central a través de una caldera que también calienta el agua.

Hay que decir que cualquiera de las dos posibilidades tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Aquí vamos a relacionar el funcionamiento de cada una de ellas y sus ventajas e inconvenientes para intentar facilitar al usuario la decisión que más se amolda a sus necesidades.

El termo eléctrico

El termo eléctrico funciona de una manera sencilla.  Se trata de un depósito de agua que puede albergar más o menos litros de agua según su tamaño y que calienta el agua mediante una resistencia eléctrica que se encuentra en su interior. Cuando el agua alcanza la temperatura adecuada, el sistema la mantiene caliente activándose la resistencia cuando la temperatura del agua baja.

Ventajas de los termos eléctricos:

  • No es necesario realizar instalación de gas.
  • Obtenemos una temperatura del agua constante en todo momento.
  • El agua sale caliente  inmediatamente cuando abrimos el grifo, sin necesidad de esperar.
  • Sirve para cualquier caudal de agua, aunque sea muy pequeño.

Inconvenientes de los termos eléctricos:

  • El tanque o depósito puede necesitar un espacio mayor por su tamaño.
  • Cuando se acaba el agua caliente del depósito, hay que esperar varias horas hasta que podamos volver a obtener agua caliente, ya que, tarda en calentarla.
  • Funciona por luz con lo que supone un incremento en la factura.
  • Se corre el riesgo de fuga del agua del depósito, en caso de que se estropee el tanque.

El calentador a gas

El calentador a gas funciona calentando el agua a través de un serpentín que se encuentra sobre unos fogones que se encienden cuando abrimos el grifo. El agua circula sobre ellos y se calienta en el momento.

El mayor defecto del calentador a gas radica en que, aunque se puede regular manualmente la potencia de los fuegos, una vez fijada, esta no varía sea cual sea el caudal y la temperatura del agua que llega de la red, por lo que la temperatura a la que nos llega depende del frío que haga fuera y también de si abrimos más o menos el grifo o alguien tira de la cadena, provocando algún que otro susto en forma de agua hirviendo o helada.

Existen calentadores instantáneos eléctricos, pero su alto consumo y la potencia eléctrica que necesitan los hace poco aconsejables excepto para casos muy puntuales.

Ventajas de los calentadores a gas:

  • Tenemos agua caliente de forma continua, sin que se acabe, como en el caso de los termos eléctricos.
  • El gas resulta más barato que la luz, con lo que supone una ahorro económico.
  • Ocupa menor espacio que el tanque eléctrico.

Inconvenientes de los calentadores a gas:

  • La temperatura del agua puede no ser constante, en caso de abrir varios grifos a la vez.
  • Existe un retardo para que el agua salga caliente, ya que, el sistema la calienta en el momento de abrir el grifo.
  • Necesita un caudal de agua de determinadas dimensiones para un funcionamiento óptimo.
  • La instalación es más compleja que el caso de los calentadores y, por tanto,  necesita más revisiones técnicas.
  • El gas puede resultar, en caso de fuga, más peligroso.

Como hemos visto, los termos eléctricos y los calentadores a gas tienen sus pros y sus contras. Por tanto, queda en nuestras manos decidir cuál nos gusta más o cuál nos resulta más cómodo para nuestro uso diario.

Usted decide.

TIPOS DE CALDERAS Y CALENTADORES

Lo primero que hay que aclarar es la diferencia entre calderas y calentadores. Las calderas sirven para proporcionar agua caliente y calefacción, mientras que los calentadores proporcionan únicamente el agua caliente. Tanto las calderas como los calentadores realizan su función mediante la quema de los distintos combustibles posibles para ello: gas natural, butano, gasóleo, propano, etc.

En función de la forma de expulsar el humo y los gases, pueden ser:

  • Calderas y calentadores atmosféricos: Mediante este sistema, el oxigeno se recibe del habitáculo y se expulsa al exterior. Este sistema ya no se fabrica, aunque sí que existe un mantenimiento para los ya instalados.
  • Calderas y calentadores de tiro forzado: Es el mismo sistema que el tipo anterior con la diferencia de que incorporan un ventilador que expulsa los gases al exterior.
  • Calderas y calentadores estancos: Este sistema es más seguro y conveniente, ya que, la combustión se realiza en una cámara hermética y los gases se expulsan mediante un ventilador al exterior.
  • Calderas y calentadores Bajo NOX: Funcionan como las anteriores con la diferencia de que su consumo de combustible es menor y son más ecológicas.
  • Calderas y calentadores de condensación: En cuanto a calefacción, con este sistema el gas se quema a menos grados de temperatura lo que proporciona mayor rendimiento de energía en el calor. Además, su uso supone un ahorro energético y de gas mucho mayor que con las anteriores. Es más ecológico aunque es preciso tener un desagüe para el agua que se condensa.

También se pueden subdividir por:

  • Las calderas y calentadores que tienen llama siempre encendida (son los modelos más antiguos) y las calderas y calentadores que sólo encienden cuando se utilizan. Los primeros modelos tienen más consumo de gas.
  • Calderas y calentadores con o sin microacumulación: Las calderas y calentadores con microacumulación incorporan un receptáculo con agua ya caliente de antemano, lo que hace que la obtengamos inmediatamente tras abrir el grifo.

AVERÍAS EN CALDERAS DE GAS Y CALEFACCIÓN

Aunque está claro que las calderas que se fabrican ahora son mucho más avanzadas que hace unos años, éstas también sufren averías de vez en cuando.

Actualmente, las calderas se fabrican con muchas funciones modernas y prestaciones tecnológicas avanzadas. A priori, esto resulta ventajoso, pero, cuantas más prestaciones tengan nuestras calderas, más posibilidades existen de que se puedan estropear.

A continuación relacionamos algunas de las averías más frecuentes en calderas modernas y las posibles soluciones a las mismas:

La caldera no se enciende:

Esto puede suceder por varias razones. Una de las más comunes es que se haya obstruido la salida de humos. Si esta es la causa, puede suponer un gran riesgo, ya que el monóxido de carbono debe salir adecuadamente para no quedarse en el aire con la posibilidad de poder respirarlo. En este caso, es muy aconsejable solicitar los servicios de un técnico experto en estos aparatos.

Otra posibilidad es que exista una fuga en el sistema de calefacción por lo que la presión de la caldera baja mucho impidiendo el encendido de la caldera. En este caso, se hace necesario llenar de nuevo la caldera mediante la utilización de una llave que hay que abrir hasta que la presión marque la cantidad adecuada.

El siguiente caso es que la caldera produce la chispa pero no llega a encender. Esto puede ser debido a que se ha interrumpido la llegada de gas, ya sea porque se haya cortado o porque la llave de paso está cerrada. En este supuesto, lo mejor es comprobar las llaves de gas y el contador.

Otro motivo puede ser un fallo en la sonda de temperatura de agua caliente o de calefacción. En estos casos la cadera produce la chispa pero no enciende. También aquí habrá que llamar a un técnico especializado en reparación de calderas.

Por último, existe la posibilidad de que se bloquee la bomba de recirculación de la calefacción, lo que producirá que la temperatura suba demasiado rápido cuando encendemos la calefacción y esto hará que se apague la caldera repentinamente. En este caso también, un técnico especialista de reparación de calderas es la mejor opción.

Si tu caldera no se enciende y necesitas un servicio técnico de reparación de calderas o un servicio de mantenimiento para tu sistema de calefacción, no dudes en contactarnos. Nuestros profesionales te ofrecerán un servicio profesional de reparación de averías para calderas de gas, revisión técnica de calentadores y termos eléctricos o un servicio de mantenimiento para mayor seguridad.